viernes, 10 de julio de 2009

DESARROLLO PSICOSEXUAL


DESARROLLO PSICOSEXUA
El individuo pasa por distintas etapas de evolución en las que se producen cambios, en el mismo y sus relaciones con los demás. Estas son denominadas etapas de evolución de la libido; la libido es la energía que corresponde a la sexualidad.
En estas etapas el individuo busca distintas formas de satisfacción, de placer.
Freíd describió las etapas y las zonas donde se centra el placer en cada momento del desarrollo. Estas etapas nos permiten comprender las características de la personalidad y el comportamiento.
En psicoanálisis se distinguen diferentes etapas del desarrollo de la libido:
• Etapa oral
• Ciclo anal
• Etapa fálica
• Complejo de Edipo

Etapa oral:
Desde el nacimiento hasta el destete. El niño poco a poco se va identificando con su madre; si ella sonríe el también, si ella habla el balbucea, etc.
Durante la dentición el sufrimiento es calmado al morder. El mordisco es su manifestación agresiva y su impedimento o no tendrá importancia en el desarrollo de su agresividad. Por eso el destete debe comenzar antes de este periodo para que el bebe pueda chupar y morder no solo objetos sino comida sólida, sin provocar prohibiciones.
El bebe cuando llora le responden con un biberón, así a través de la satisfacción de sus necesidades se construye un vinculo con su mama, el cual será de gran importancia para su desarrollo.
Poco a poco al separarse de su madre el niño comienza a transferirle las propiedades de su cuerpo a “objetos transicionales” (un pañal, una sabanita, un oso de peluche, etc.) ya que permiten crear un espacio intermedio entre el bebe y la mama. Estos objetos son acariciados y maltratados (libido y agresión) para expresar su ambivalencia afectiva.
Etapa anal:
En esta etapa el niño descubre junto con el control del esfínter el poder que esto le trae, dar o no dar según quiera. Se adueña de su cuerpo el decide si quiere ir o no ir al baño. Su independencia comienza a tomar forma.
El niño siente placer cuando es higienizado por su madre, esto es una de las dificultades que el niño sufre al pasar a esta etapa, al no tener esa satisfacción el niño se niega a controlar el esfínter y esto dificulta aun más el desarrollo.
Por otro lado el niño al descubrir este poder de manejo de su cuerpo se siente grande, mayor e importante como algún hermanito o amiguito mayor que ya aprendió a hacerlo, y si es alagado, felicitado y hasta recompensado por ello la satisfacción de haber superado esta etapa.
El niño trata de imitar al adulto en sus gestos, en sus conductas y en sus palabras
Fase anal:
Esta fase se inicia por el avance de maduración. En esta fase la “caca” para el niño adquiere un importante valor, ya que le otorga un carácter de “regalo” que entrega como signo de amor a su madre.
El juego en esta etapa es donde el niño le da un enorme placer por la suciedad y el desorden, así como por el dominio y la destrucción, que están relacionados con la zona corporal dominante y la actividad que se despliega el niño en esta etapa.
Etapa fálica:
Esta etapa dura entre los 4 y 6 años; la niña y el niño descubren sus órganos sexuales, a causa de la excitación de la micción y por los tocamientos repetidos que tienen lugar durante el aseo.
Descubren la diferencia de los sexos.
Los niños de esta edad empiezan con los “por qué”. El papel de las relaciones sexuales entre los padres todavía les resulta oscuro.
Entre los 4 y 5 años aparecen otros tipos de preguntas como el de: ¿Cuál es la diferencia entre un niño y una niña? Los padres intentan explicar que la niña no tiene pene. El niño trata de negarlo pensando que tienen uno más pequeño o que le va a crecer. Sin embargo, piensa de que la madre también tiene pene, pues al niño le resulta imposible creer que la madre carezca de el.
El niño o la niña descubren que no son el único amor de la madre, que pueden ser abandonados por otros intereses de ella: su padre y sus hermanos se transforman en sus rivales
Hacia los 4 años y medio, el varón trata de acaparar toda la ternura de la madre; le promete casarse con ella y tener hijos: entra en el periodo de complejo de Edipo.
La niña vive un periodo similar, hacia los 3 años y medio: se comporta de manera seductora con el padre, se muestra coqueta y afectuosa, centra su interés en el. Se muestra celosa de el y trata de acaparar toda su atención y su afecto
Complejo de Edipo en el varón:
Hasta aquí, los niños tienen la creencia de que todos los hombres como mujeres tienen pene.
El temor a la pérdida del pene, parte de una falsa interpretación de la realidad, pero el niño no puede escapar a esta angustia ya que el peligro que siente esta motivado en su fantasía. La angustia de castración es consciente, y es lo que determina que el niño se aleje de la relación con su madre.
Hacia los 3 o 4 años, el niño se comporta en relación con la madre como un adulto, quiere ocupar el lugar del padre. Para el niño, hasta esta etapa, el más importante amor ha sido la madre y sigue siéndolo.
El niño enfrenta al padre, lo subestima, lo cela porque el es su rival frente a su objeto de amor. El niño declina la agresividad hacia el padre para, en efecto, poder identificarse con el. Hay una doble actitud rival: quiere reemplazarlo pero también imitarlo.
Ya que la competencia con el padre despierta la angustia de castración, sino se resuelve de esta forma, puede tener severos trastornos en la sexualidad y personalidad.
La finalización del complejo de Edipo abre al niño comportamientos escolares y lúdicos, y su vida afectiva comienza a dirigirse hacia otras personas fuera de su familia.
Complejo de Edipo en la niña:
En la etapa fálica, a los 3 años y medio, la niña descubre que hay unas criaturas poseedoras de un pene que “ella no lo tiene”.
Comienza por negar esto que le pasa, se pone celosa pero sabe que en algún momento le crecerá.
La niña descubre entonces que debe renunciar para siempre con la idea de tener un pene ya que su madre no lo ha tenido nunca.
El interés de la niña se desplaza hacia el cuerpo o el rostro y empieza a adornarse, a peinarse, a ponerse collares y flores en el pelo; esto parece ser una compensación por aquello a lo que ha tenido que renunciar.
Comienza a tratar de conquistar al padre. Se dirige hacia el, a quien considera superior y atractivo para su madre. La niña se vuelca cada día más hacia su padre, declarando abiertamente su deseo de tenerlo como marido, es donde empieza a tener fantasías agresivas en donde mata a la madre y se queda con el padre.
Si el padre no la alienta y no la estimula en esta fantasía, le impone una ley donde ella progresivamente debe renunciar a sus deseos.

Un docente conociendo estas etapas, puede ayudar a los padre a no negarle cosas a sus hijos, informándolos acerca de los comportamientos de los niños, para que se puedan desarrollar bien, sin n

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